viernes, 4 de febrero de 2011

El mar

Qual è l'incarnato dell`onda?
Valerio Magrelli

¿Qué es en definitiva el mar?
¿por qué seduce? ¿por qué tienta?
suele invadirnos como un dogma
y nos obliga a ser orilla

nadar es una forma de abrazarlo
de pedirle otra vez revelaciones
pero los golpes de agua no son magia
hay olas tenebrosas que anegan la osadía
y neblinas que todo lo confunden

el mar es una alianza o un sarcófago
del infinito trae mensajes ilegibles
y estampas ignoradas del abismo
trasmite a veces una turbadora
tensa y elemental melancolía

el mar no se avergüenza de sus náufragos
carece totalmente de conciencia
y sin embargo atrae tienta llama
lame los territorios del suicida
y cuenta historias de final oscuro

¿qué es en definitiva el mar?
¿Por qué fascina? ¿por qué tienta?
es menos que un azar / una zozobra /
un argumento contra dios / seduce
por ser tan extranjero y tan nosotros
tan hecho a la medida
de nuestra sinrazón y nuestro olvido

es probable que nunca haya respuesta
pero igual seguiremos preguntando
¿qué es por ventura el mar?
¿por qué fascina el mar? ¿qué significa
ese enigma que queda
más acá y más allá del horizonte?




M.B.

...

Caminabas por la arena, tomando sol, brillando con intensidad con él sobre tu caparazón, jugabas a remojarte las patitas en el salado mar, tan bello siempre que avanzabas... tan triste siempre que retrocedías.


Yo había estado dando volteretas a la orilla de ese mar el día que decidí ver el sol de frente, saltaba por entre las olas y de pronto te vi, te vi jugando a correrte de las olas, me pareció divertido tu movimiento cauto y a la vez no, tu sinrazón, tu saber que sí y saber que no, tu indecisión.


Somos una playa juntos, mar y arena, eso ya lo sabemos, es divertido a veces, pero otras sube la marea y tu te ahogas y yo termino varada en la arena casi muriendo, secándome al sol, cuando perdemos el equilibro entre el mar y la arena, las tardes soleadas y las frías noches que compartimos en esa orilla se olvidan y ambos queremos salir corriendo para nuestro lado de la playa, pero sabemos que no hay mar sin cangrejo ni arena sin pescadito*.